Arrogancia, soberbia, altivez,
chulería... Muchos pueden ser los adjetivos que aficionados del
mundo de la NBA pensaran acerca de Moses Malone, cuando pronosticó
el famoso “Fo fo fo” ("four,
four, four",
refiriéndose a cuatro victorias por cada ronda) para los playoff de
1983. Pero nada más lejos de la realidad, porque esas series finales
se convirtieron en una de las mayores exhibiciones que se recuerdan,
aunque al final se terminará convirtiendo en un “Fo fi fo”
(“four five four”).
El mismo bravucón que pronosticó el
paseo triunfal de Philadelphia por las finales, protagonizó el
momento del verano al cambiar Houston por la mayor ciudad del estado
de Pensilvania, algo nunca visto. Jamas un MPV había ejercido de
agente libre. De esta manera, los Sixers se hacían con el
complemento perfecto para su otra estrella, Julius Erving. El Doctor
J. El hombre que había demostrado al mundo que se podía surcar los
cielos, el primer inventor del vuelo sin motor, al menos en
pabellones (otros como Manigault ya se lo habían patentado en la
calle). Recién aterrizado en Philly
prometió traer a la ciudad el anillo de campeón, pero final tras
final, no pudo lograrlo y la llegada de Malone era la oportunidad
perfecta para obtenerlo.
El
mismo Doctor J se convirtió en el MPV del All Star de aquella
temporada, que se celebró en Los Ángeles. The Forum recibía a más
de 17.000 personas que vieron como Erving anotaba 25 puntos y cogía
6 rebotes en la victoria del Este por 123 a 132. Resaltar las
actuaciones de Sidney Moncrief con 20 puntos, Isiah Thomas con 19
puntos, Larry Bird 14 puntos 13 rebotes en el Este, y por el Oeste
Jabbar con 20 puntos y Magic 17 puntos y 16 asistencias. Los 24
jugadores fueron los siguientes:
Por
la conferencia oeste: Magic Johnson, Alex English, David Thompson,
Maurice Lucas, Kareem-Abdul Jabbar. Suplentes: George Gervin, Artis
Gilmore, Jim Paxson, Jack Sikma, Gus Williams, Kiki Vandeweghe,
Jamaal Wilkes. Entrenador: Pat Riley
La
temporada acabó con Philadelphia como mejor equipo con 65 victorias
y 17 derrotas, por detrás los Lakers, primeros del Oeste, con un
récord de 58-24. Malone volvió a ser el MVP de la temporada, el
tercero de su carrera, con 24,5 puntos de media y 15,3 rebotes. Alex
English sería el máximo anotador con 28,4 puntos de media, hecho
que no le sirvió para estar en el mejor quinteto que lo formaron
Magic Johnson, Julius Erving, Larry Bird, Sidney Moncrief y Moses
Malone. La temporada 82/83 fue innovadora, se entregaban por primera
vez los premios al mejor jugador defensivo del año, Sidney Moncrief,
y el de mejor sexto hombre que cayó en manos de Bobby Jones. El
Rookie of the Year fue para Terry Cumming por delante de ilustres
como James Worthy o Dominique Wilkins. El premio de mejor entrenador
del año fue a parar hacía Milwakee, su destinatario fue Don Nelson.
Con
todos los galardones entregados llegó el momento de lo bueno, fue
entonces cuando Malone vaticinó el “Fo
fo fo”,
era hora de playoff. No había mejor manera de empezar que
enfrentarse al eterno pupas,
los Knicks recibieron un sweep por parte de los Sixers. El la final
de conferencia esperaba un equipo muy bien armado, los Bucks de Don
Nelson, segundos del oeste con un récord de 51/31 y que eliminaron a
los Celtics de Larry Bird y Robert Parish con otro sweep. Fueron
partidos igualados, Milwakee forzó la prorroga en el primero e
incluso llegó a ganar el cuarto, pero Philly
no dio más opciones, un 4-1 y a por los Lakers, había muchas cosas
pendientes.
Era
la tercera final en cuatro años entre ambos equipos, pero algo había
cambiado, los Sixers llegaban ahora con Moses Malone en su quinteto,
junto a él: Julius Erving, Andrew Toney, Marc Iavaroni y Maurice
Cheeks, además del mejor sexto hombre Bobby Jones, Clint Richardson y
Clemon Johnson. El entrenador seguía siendo Billy Cunningham.
Por
los Lakers: Magic Johnson, Jamaal Wilkes, Kareem Abdul-Jabbar, Norm
Nixon y Kurt Rambis, como suplentes, Bob McAdoo, James Worthy y
Michael Cooper. Como entrenador, Pat Riley.
Quizá
influido por sus propias palabras Malone se convirtió en un martillo
pilón que azotó continuamente a los angelinos hasta llegar a
destrozarlos. Durante el primer partido hizo 27 puntos y 18 rebotes,
en la victoria de Philadelpia 113-107. Victoria también en el
segundo de los de Pensilvania, 103-93 con 24 puntos 12 rebotes de
Malone. Los dos siguientes en The Forum acabaron también con sendas
victorias de los chicos de Cunningham, en el tercero 94-111 con 28
puntos y 19 rebotes del angelito
y el cuarto lo cerró con 24 puntos y 23 rebotes, 108-115 sweep y
anillo. El MVP fue claramente para Malone, pero siempre estuvo bien
secundado por el Doctor J que acabó con 18,4 puntos y 7,6 rebotes.
Para
el recuerdo de todos los amantes del baloncesto siempre quedarán
aquellos míticos Sixers de la 82/83, inmortalizados en una de las
mejores jugadas que se habían visto hasta entonces en el baloncesto.
“Rock the Baby”. El mate de Julius Erving. Aquella inverosímil
jugada en la que el Doctor J robó el balón en el medio del campo y
corrió hacía el aro como una exhalación, antes de la altura de la
zona the
doctor
balanceó el balón como si fuera un bebe para después levantar el
brazo como si fuera una aspa de hierro para destrozar el aro y
levantar consigo todo el pabellón embriagado de júbilo.
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